Razones poderosas que impelían a la doña Flor para que se apersonase en la ciudad de Concepción nos regalaron la oportunidad de ser recibidos en San Pedro de la Paz, en la residencia de los Ferrera Cordero, donde nos dieron albergue y fuimos acogidos con una calidez que nos emociona al recordarlo.
Enrique, Isadora, María Victoria y Lorena
Con el "Pater familias"
Con la patrona
Almuerzo familiar